EL LIBRE ALBEDRÍO
PARTE 1
»Hoy te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre
bendiciones y maldiciones. Ahora pongo al cielo y a la tierra como testigos de
la decisión que tomes. ¡Ay, si eligieras la vida, para que tú y tus
descendientes puedan vivir! Deuteronomio
30:19 Versión Nueva Traducción Viviente
Para iniciar este
estudio lo primero que tenemos que hacer es definir este concepto, como son dos
palabras se dará el significado de ambas y sacaremos una conclusión. Según el
diccionario de la Real Academia de la lengua Española Libre se define de la siguiente manera: Que tiene facultad para obrar o no obrar. Y Albedrío como Potestad de
obrar por reflexión y elección; al examinar las significados se puede
deducir fácilmente que son muy parecidos, por lo que podemos determinar que Libre Albedrío es la facultad que tiene una
persona para obrar o no obrar por reflexión y elección, de tal manera que
aquel que posee libre Albedrío puede actuar conforme a las elecciones que por
su propia voluntad ha decidido efectuar.
Este tema del libre
Albedrío ha sido muy discutido en la filosofía, pero en nuestro caso como
cristianos, nos interesa principalmente la enseñanza bíblica al respecto. Para
comenzar debemos entender que la expresión Libre
Albedrío no aparece en las Escrituras pero sí su concepto, así como la
palabra homosexual no se halla en los idiomas originales de la biblia que son
hebreo y griego, ya que fue creada en 1869 por Karl María Kertbeny, pero sí encontramos
el concepto; otro ejemplo a considerar sería el término Trinidad, el cual aunque
no se localiza en las Escrituras, si hallamos su definición; teniendo claro
este punto, procedamos a examinar bíblicamente sus bases.
Las Escrituras nos
enseñan claramente que Dios es eterno, o sea que no tiene principio y tampoco
final, sin embargo sus criaturas conscientes sí tienen principio aunque no
final; al escribir criaturas conscientes se
hace referencia a aquellos seres que tienen conciencia, o sea, que saben en sí
mismo que existen y además de eso estudian su propia realidad y aquello que lo
rodea, entre estos tenemos a los Serafines, Querubines, Arcángeles, Ángeles y
el ser humano; omitiendo claro está a los animales y las plantas, que aunque
están vivos no tienen las cualidades que nombramos anteriormente que poseen los
demás. Es sabido que Dios creó primero a los seres celestiales que a los terrenales
(Job 38:4-7), por medio de las Escrituras también sabemos que entre los seres
celestiales hubo uno que aunque era más hermoso que los demás y que teniendo la
certeza de que era servidor de Dios quiso usurpar su trono para ser como Él:
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Isaias
14:12-14
¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana!
Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías
en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios,
levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del
norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo .
Satanás al querer dar
golpe de estado al trono de Dios no lo hizo solo, sino que la tercera parte de
los seres celestiales creados por Dios se rebelaron juntamente con él:
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Apocalipsis
12:3-4
También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran
dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas
siete diademas; y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del
cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer
que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese.
El hecho de que
satanás pudiera pensar en tomar el trono de Dios y llevar a cabo un motín
define lo que es el libre albedrio, ya que lo pensó y lo ejecutó; si no fuera así,
encontraríamos de que Dios manipuló a satanás y a los demás ángeles para que se
rebelaran contra Él, trayendo castigo a los rebeldes por deseo y plan del mismo
Señor, siendo así que Dios se complace en condenar injustamente a sus
criaturas, pensamiento absurdo ya que las Escrituras enseñan que Dios no se
complace en la maldad siendo su naturaleza amor y santidad:
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Salmos
5:4
Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; El malo no
habitará junto a ti.
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1Juan
4:8
El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es
amor.
Como podemos observar,
Satanás y los demás ángeles se rebelaron por decisión propia, ya que va en
contra de la justicia y el amor de Dios el hecho de que Él colocara en satanás
y los demás ángeles rebeldes el pensamiento de maldad; siendo así que Dios creó
a satanás para que fuera condenado, para ser una simple marioneta de sus
planes, convirtiéndose el Señor en el autor intelectual del mal en su Reino; esas
características no son las que posee el Dios de la biblia.
Ahora prosigamos al
caso de nosotros los humanos; las Escrituras enseñan que Dios creó al hombre
del polvo, y lo hizo bueno, sin ningún mal en el:
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Génesis
1:26-31
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,
conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de
los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra
sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó... Y vio Dios
todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la
tarde y la mañana el día sexto.
Dios creó al hombre
bueno, pero si lo hizo bueno ¿cómo llegó la maldad en él? las Escrituras
enseñan que Eva fue engañada por Satanás y de esta manera desobedeció al
Señor(Génesis 3), pero Adán nunca fue engañado, el pecó por voluntad propia,
porque así lo decidió, leamos:
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Génesis
3:12
Y el hombre respondió: La mujer que me diste por
compañera me dio del árbol, y yo comí.
La respuesta de Adán a
Dios fue que comió del fruto porque Eva se lo ofreció, no fue engañado ni
obligado, y por ser esa su elección está fue la respuesta divina:
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Génesis
3:17
Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu
mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita
será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu
vida.
Dios le declara a Adán
que por haber obedecido a su mujer en vez de acatar su mandato, sería
responsable de las consecuencias resultado de su desobediencia, claro está, que
dichas consecuencias fueron anunciadas de antemano; el acto de Adán es la
definición de libre Albedrío, porque él decidió obedecer la voz de su mujer a
la de Dios, la desobediencia de Adán no provino del Señor, recordemos que Dios
los hizo buenos, dicho acto que fue malo nació de él, no del Señor. En caso
contrario, la consecuencia lógica sería que el Señor planeó el pecado del
hombre, por ende Él es el origen del pecado y la muerte, pensamiento contrario
a toda la revelación de la biblia, la cual nos muestra que Dios aborrece el
mal.
Además de esto, si
Adán y Eva no tuvieron libre Albedrío se puede pensar en que el Señor planeó la
caída del hombre, que por miles de años hubiera muerte en la tierra para
después mandar a su Hijo Jesucristo a morir por el pecado que Dios mismo había
planeado que sucediera, algo absurdo a la luz de la biblia; a esto se añade que
las Escrituras son claras al enseñar que el pecado vino al mundo por Adán, por
su desobediencia:
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Romanos
5:12
Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un
hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los
hombres, por cuanto todos pecaron.
De tal manera que si
Adán no hubiera tenido la libertad de decidir en obedecer o no, no se le
imputara cargo alguno, pero la biblia es clara en que la falta fue del hombre,
no por un plan de Dios.
A esto añadimos que a
raíz del pecado del hombre toda la creación fue afectada, ya que él estaba a
cargo de toda ella:
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Génesis
3:17
Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu
mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita
será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu
vida.
Además de esta maldición,
el hombre fue afectado en que entró la muerte y el pecado en él, o sea, que el
pecado lo inclinaría a hacer lo malo:
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Romanos
7:18-21
Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien;
porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el
bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no
quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo
hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.
De modo que esta
inclinación al mal lo que hace es convertir en esclavos del pecado al hombre:
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Juan
8:34
Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo
aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.
Es necesario en este
punto aclarar algo, cuando se habla de esclavitud al pecado se está haciendo
referencia a los deseos pecaminoso que gobiernan al hombre que no conoce a
Cristo; pero esto no significa que esa persona no piense por sí misma, como
dijo del apóstol Pablo:
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Romanos
7:21-25
Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que
el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de
Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi
mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a
Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a
la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.
Como podemos ver, el
apóstol Pablo muestra de manera clara la lucha que posee todo ser humano cuando
quiere hacer lo bueno pero los deseos del cuerpo no lo dejan, de ahí que muchos
no logren dejar los vicios como el alcohol, el adulterio, la fornicación, la
mentira, etc. Es importante recalcar que el apóstol enseña que con su mente
servía a la ley de Dios, o sea que en su interior no quería pecar pero a causa
de su debilidad humana lo hacía, sin embargo, este buen deseo en no pecar
muestra libertad de pensamiento, o sea, que Dios no determinaba lo que pensaba,
él tenía libertad para pensar. Es de importancia recalcar que esta esclavitud
al pecado no es total, en qué manera; en que podemos observar en las Escrituras
y en nuestro diario vivir que todas las personas no tienen las mismas
tendencias pecaminosas; un ejemplo puede darse de Lot en Sodoma y Gomorra,
declara la biblia que el pecado era grande en esa ciudad, sobre todo el de
homosexualismo y soberbia(Génesis 13:13, 19, Isaías 3:9, Ezequiel 16:49), pero
de Lot se expresa que era justo y se afligida por la conducta de sus
conciudadanos(2 Pedro 2:6-8), Lot no era perfecto, en el sentido que no pecara,
pero no actuaba como sus compañeros, y es aquí donde se muestra la libertad de
elección y la determinación para llevar a cabo dicha elección, Lot decidió ser
justo y no se dejó llevar de los deseos pecaminosos; esto no indica que él no fuera
esclavo del pecado, pero sí hacia resistencia y podía dominarse en muchos
aspectos; lo que nos revela que el apóstol se refería era a esas debilidades
que no nos permiten ser perfectos, y que siempre estaremos sujetos a ellas, y
es por esta razón que Dios juzgó a Sodoma y Gomorra y la destruyó, porque se complacían
en el mal siendo así responsables de sus actos; de lo contrario el Señor no
tendría derecho a juzgar ya que ellos no tenían responsabilidad en sus actos
sino el pecado en ellos; que Dios juzgue es muestra de la elección del hombre
en dichos sucesos; una cosa es tener debilidades y luchar para no cometer pecado
y otra deleitarse en el pecado y dejarse llevar hasta lo más bajo; estas
ciudades son ejemplo de lo evidente que puede llegar la complacencia del hombre
en el pecado.
A esto añadimos que además
de Lot hubieron muchos que buscaron del Señor, y que luchaban por agradarle,
como por ejemplo Enoc, Abraham, Moisés, Josué, etc. Recordemos que ellos no
eran Templo del Espíritu Santo, no tenían la ventaja que nosotros poseemos y aun
así hacían lo que a Dios agradaba; en nuestra experiencia diaria podemos corroborar
esta tesis, en mi caso, antes de ser cristiano nunca tuve problemas con vicios
como el alcohol, las drogas, prostitución, etc. Porque me enseñaron que no debía
cometer dichos actos y aunque no era creyente tome la decisión de no dejarme
llevar por esos vicios sabiendo de antemano las consecuencias; así mismo
podemos encontrar personas que aunque no son cristianas tienen una vida
moralmente aceptable, no queriendo decir que son perfectos; añadiendo aquellos
que son lo contrario, tienen debilidades por el alcohol pero no por el
asesinato, otros adolecen de fuerzas para la infidelidad pero esos mismos nunca
cometerían un secuestro, lo que es muestra que también depende de nosotros
hasta donde llegamos en nuestros hechos.
Pues bien, como el
hombre tenía este problema para buscar de Dios, el Señor encontró una solución:
Cristo, el cual murió por nosotros para liberarnos de la esclavitud del pecado
·
Gálatas
5:1
Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos
hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
·
Romanos
8:2
Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha
librado de la ley del pecado y de la muerte.
·
Romanos
6:17-18
Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del
pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual
fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la
justicia.
De tal manera que
Cristo nos redime de la esclavitud del pecado para poder servirle con libertad;
pero la decisión de ser libre es de la persona, no de Dios, ya que Él quiere
que todos los hombres lleguen al arrepentimiento y entren en su Reino eterno:
·
1Timoteo
2:3-4
Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro
Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al
conocimiento de la verdad.
·
Tito
2:11
Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación
a todos los hombres,
·
2
Pedro 3:9
El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen
por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que
ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
Además de esto, el
Señor muestra su determinación de querer salvar a todo el que creyere en Él, y
todo por su gran amor
·
Juan
3:16-17
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su
Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga
vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al
mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
El acto de creer es
una decisión, como el mismo Cristo lo muestra unos versículos adelante:
·
Juan
3:18-21
El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree,
ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de
Dios. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y
los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran
malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a
la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la
verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en
Dios.
Nuestro Señor
Jesucristo enseña que los hombres AMARON más las tinieblas que la luz, el hecho
de amar muestra la elección de esas personas en querer seguir practicando el
pecado y alejarse de la luz para que sus obras que son malas no sean vistas por
los demás.
Conjuntamente a esto
podemos añadir lo que el Señor nos declara acerca de esto:
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Deuteronomio
30:19 Version Nueva Traducción Viviente
»Hoy te he dado a elegir entre la vida y la muerte,
entre bendiciones y maldiciones. Ahora pongo al cielo y a la tierra como
testigos de la decisión que tomes. ¡Ay, si eligieras la vida, para que tú y
tus descendientes puedan vivir!
Es clara la afirmación
del Señor dónde nos coloca a escoger entre la vida y la muerte, entre la vida
eterna y la condenación, la cita bíblica no
da lugar a dudas en que Dios nos coloca a elegir, eso es libre Albedrío en
nosotros, el hombre decide que hacer, pero su decisión repercutirá para la
eternidad.
Nota: si alguno
tiene inquietudes con respecto al estudio antes presentado puede comunicarse
conmigo.
Atentamente
Hernando Álvarez
Email:
siloh83@hotmail.com
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Gracias amado hermano, este material es de mucha bendición para mí. Que Dios lo bendiga grandemente ...
ResponderBorrarfue un gusto ayudar, bendiciones
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