Dios les bendiga mis hermanos, les sigo compartiendo información de la carta de Policarpo a los Filipenses. En esta ocasión habla de un anciano de la iglesia:
Sentí gran pena a causa de Valente, el cual en otro tiempo era presbítero entre vosotros, a causa de su ignorancia respecto al cargo que le fue conferido. Os advierto,
pues, que os abstengáis de la codicia y que seáis puros y fieles. Absteneos de todo mal. Pero el que no puede gobernarse en estas cosas, ¿cómo puede hacerlas cumplir a otros? Si un hombre no se abstiene de la codicia será corrompido por la idolatría y será juzgado como uno de los gentiles que no conocen el juicio del Señor. ¡Cómo! ¿No sabéis que los santos juzgarán al mundo, según enseña Pablo? (1ª Co. 6:2).
Pero no he hallado cosa semejante en vosotros, ni la he oído, entre aquellos con quienes trabajó el bienaventurado Pablo, que fuisteis sus cartas al principio. alabados al comienzo de su carta (2ª Ts. 1:4). Porque él se gloriaba de vosotros en todas las iglesias que eran las únicas que en aquel tiempo conocían a Dios; porque nosotros no le conocíamos todavía. Por tanto, tengo muchísima pena a causa de él y de su esposa, a los cuales el Señor quiera conceder verdadero arrepentimiento. Por lo tanto, sed vosotros también sobrios, y “no los tengáis como enemigos,
sino restauradles como miembros débiles y descarriados” (2ª Ts. 3:15), para que pueda ser salvo todo el cuerpo de vosotros. Porque al hacerlo os edificáis los unos a los otros. Verso 11
La codicia en algunos líderes de la iglesia no es algo que ocurra solo en nuestro tiempo, siempre ha sucedido.
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