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miércoles, 4 de mayo de 2022

Escritos diversos

 Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos. Lc 24:29

En Oriente Próximo, ante una invitación inesperada, la norma es rechazarla. Sobre todo, además, si el invitado es de un estatus social inferior al del anfitrión. (El invitado podía estar pasando hambre y estar muy necesitado de la comida que se le iba a ofrecer en el banquete, pero la presión cultural de rechazar una invitación así era muy fuerte). Por lo que a la cultura se refiere, en Lucas 24:28-29 tenemos una escena similar. En esa ocasión, Jesús recibe una invitación inesperada. Como buen oriental, «Jesús hizo como que iba más lejos». Los dos hombres, de nuevo, como buenos representantes de su cultura, «insistieron» para que se quedara o, según la traducción que consultemos, «le obligaron» a quedarse. No significa que le obligaran en contra de su voluntad. Lo que ocurre es que saben que, por cuestión de honor, debe rechazar la invitación durante los primeros quince minutos de la discusión. Para convencerle de que realmente quieren que se quede, y de que realmente tienen comida, deben empujarle amablemente hacia el interior de la casa. Eso es lo que significa que le obligaron a quedarse. Tomado del libro Las Parábolas de Lucas. Kenneth Bailey

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