Dios les bendiga mis hermanos. Les sigo compartiendo información de la carta de Ignacio a los Filadelfios:
Los sacerdotes también eran buenos, pero mejor es el Sumo Sacerdote al cual se encomienda el lugar santísimo; porque sólo a Él son encomendadas las cosas escondidas de Dios; siendo Él mismo la puerta del Padre (Jn.10:7, 9), por la cual entraron Abraham e Isaac y Jacob, y los profetas y los apóstoles y toda la Iglesia; y todas estas cosas se combinan en la unidad de Dios. Pero el Evangelio tiene una preeminencia singular en el advenimiento del Salvador, a saber, nuestro Señor Jesucristo, y su pasión y resurrección. Porque los amados profetas en su predicación le señalaban a Él; pero el Evangelio es el cumplimiento y perfección de la inmortalidad. Verso 9
En esta cita podemos verificar el conocimiento que tenía Ignacio de la carta a los hebreos,dado que usa expresiones encontradas en ese libro, lo que muestra que ya era difundido en la iglesia de principio del segundo siglo. Un dato interesante es cuando muestra a Abraham, los profetas y apóstoles en la presencia del Padre, dando a entender que creía en la conciencia después de la muerte, prueba que en la iglesia primitiva mantenían esta enseñanza, contrario a pensar, como muchas sectas,que después de la muerte no existe conciencia de nada.
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