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viernes, 20 de mayo de 2022

Escritos diversos

 Asimismo profanó el rey los lugares altos que estaban delante de Jerusalén, a la mano derecha del monte de la destrucción, los cuales Salomón rey de Israel había edificado a Astoret ídolo abominable de los sidonios, a Quemos ídolo abominable de Moab, y a Milcom ídolo abominable de los hijos de Amón. 2Re 23:13

El rey Salomón, un hombre muy famoso por su sabiduría y riquezas, lamentablemente no mantuvo el buen camino como su padre David sino que se desvío y con él a mucho pueblo, de tal manera que unos 300 años después todavía se usaban los sitios de adoración a dioses paganos que había mandado a construir. Para conocer un poco más en qué pecados condujo a Israel, analicemos la forma de 

adoracion a estos ídolos:

ASTORET: Diosa de la fertilidad y del amor sexual, deidad principal de los cananeos. A menudo se la presenta como el complemento femenino de Baal (Jue 2.13; 10.6; 1 S 7.3, 4; 12.10). Se conoce también con el nombre de Asera (Jue 6.25; 1 R 18.19). Parte esencial de su culto era la prostitución. (Tomado del diccionario bíblico Nelson) 

QUEMOS: Era considerado como dios de la guerra y de la victoria, por lo cual se le hacían sacrificios que en momentos desesperados podían ser hasta humanos, como es el caso del rey Mesa que cuando “vio que era vencido en la batalla.... arrebató a su primogénito ... y lo sacrificó en holocausto sobre el muro” (2Re 3:4-27). (Tomado del Diccionario Bíblico de Alfonso Lockward) 

MILCOM(MOLOC): Deidad nacional de los AMONITAS ("Milcom" en 1 R 11.5; 2 R 23.13 y Jer 49.1, 3), cuyo culto tal vez se basaba en el sacrificio de hombres, especialmente de niños. Las víctimas se colocaban vivas en los brazos enrojecidos por el fuego de la estatua hueca, de bronce, y con cabeza de becerro que representaba a Moloc. La víctima caía en el hoyo ardiente del ídolo al sonido de flautas y tambores. (Tomado del diccionario bíblico Nelson). 

Lo triste en esta historia es que no sabemos si Salomón antes de morir haya vuelto a los caminos del Señor.

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