domingo, 17 de abril de 2022

Escritos diversos

 MARCOS, EL AUTOR DEL EVANGELIO.

Entonces, ¿quién fue este Marcos que escribió el evangelio? Por el Nuevo Testamento sabemos bastantes cosas acerca de él. Era hijo de una señora acomodada de Jerusalén que se llamaba María, y cuya casa fue el punto de encuentro y de reunión de la iglesia original (Hch 12:12). Desde el principio, Marcos se crió en el mismo centro de la naciente Iglesia Cristiana.

Marcos era también sobrino de Bernabé, y cuando Pablo y Bernabé emprendieron su primer viaje misionero le llevaron como secretario y ayudante (Hch 12:25). Aquel viaje fue de lo más desafortunado para Marcos. Cuando llegaron a Perge, Pablo propuso que siguieran tierra adentro hacia la meseta central; y por esa razón Marcos abandonó la expedición y se volvió a su casa (Hch 13:13).

Puede que se volviera a casa porque tenía miedo de enfrentarse con los peligros de la carretera, que se reconocía como una de las más peligrosas del mundo, que hacía difícil el tránsito y estaba infestada de bandoleros. O puede que se volviera a casa porque se iba viendo cada vez más claro que era Pablo el que asumía la dicción de la expedición, y puede que a Marcos no le agradara que su tío ocupara un lugar subordinado. Puede que se volviera a casa porque no estuviera de acuerdo con lo que Pablo estaba haciendo, Crisóstomo probablemente con un destello de imaginación dice que ¡Marcos se volvió a casa porque echaba de menos a su madre!

Pablo y Bernabé completaron su primer viaje misionero, y se pusieron a programar el segundo. Bernabé tenía interés en volver a llevar a Marcos; pero Pablo se negó rotundamente a tener nada que ver con "el que los había desertado la otra vez en Panfilia» (Hch 15:37-40). Tan seria fue la discrepancia entre ellos que se separaron y, por lo que sabemos, ya no volvieron a viajar juntos.

Marcos se desvanece de la escena durante algunos años. Una tradición refiere que fue a Egipto y fundó allí la iglesia de Alejandría. No podemos estar completamente seguros de eso; pero sí sabemos que Marcos reaparece en escena de una manera de lo más sorprendente. Comprobamos para nuestra sorpresa que cuando Pablo escribe su carta a los cristianos Colosenses desde la cárcel de Roma, Marcos está allí con él (Col 4:10). En otra carta desde la cárcel, la que dirige a Filemón, Pablo cuenta a Marcos entre sus colaboradores (versículo 24). Y cuando Pablo está esperando el cumplimiento de su sentencia de muerte, le escribe a Timoteo, su brazo derecho, y le dice: "Toma a Marcos y tráetele, porque me es un ayudante de lo más útil» (2 Timoteo 4:11 ). ¡Qué lejos estamos de aquella vez cuando Pablo descartó despectivamente a Marcos como irresponsable! Fuera como fuera, Marcos se redimió a sí mismo. Era la persona que Pablo quería tener cerca al final de su vida. William Barclay 

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