viernes, 7 de julio de 2023

EL MINISTERIO APOSTÓLICO ¿VIGENTE HOY? REDACCIÓN CORREGIDA

 EL MINISTERIO APOSTÓLICO ¿VIGENTE HOY? 

En nuestro tiempo, hemos sido testigos de la proliferación de un ministerio muy familiar en el Nuevo Testamento: el Apóstol. Muchos consideran que dicho ministerio es legítimo en nuestra época, mientras que otros concluyen que sólo existió en la era de los discípulos de Cristo. Este estudio tiene el propósito de demostrar, bíblicamente, que la pretensión de muchos acerca del ministerio apostólico no es Escritural y se basa más en pensamientos de hombres que en dirección divina.

El ministerio apostólico forma parte de los cinco ministerios que designó el Señor Jesús. La palabra "apóstol" proviene del término griego "apostolos" (πόστολος), que significa "enviado" o "mensajero". De tal manera, era usada para designar a alguien que había sido enviado con un propósito. En la época del Nuevo Testamento, este término se usaba de diferentes maneras. La forma más común era para designar a mensajeros. Sin embargo, Jesús le asignó una dignidad y significado distinto, con una mayor relevancia. 

Un ejemplo de esto hecho por Cristo lo encontramos en la palabra griega "ágape", la cual era utilizada en todo el mundo griego con un significado de amor elevado. Sin embargo, los apóstoles le colocaron un mayor valor, definiéndolo como un amor desinteresado e incondicional, el cual se le tiene a alguien aunque éste no lo merezca. En otras palabras, el amor de Dios a la humanidad. Por tanto, cuando Jesús designa apóstoles, no lo hace con el único significado de ser un enviado, sino con un alcance mayor.

Cuando nuestro Señor inició su ministerio, llamó a diferentes tipos de personas para que fueran sus discípulos. De ellos, la Biblia muestra que fueron muchos. Leamos:

Lucas 10:1

Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir. (A menos que se indique lo contrario, la versión bíblica a usar será la Reina Valera 1960)

En esta cita, se nos muestra que en esos momentos Jesús tenía unos setenta discípulos, a los cuales mandaba a predicar. Después de todos ellos, escogió a doce.

Lucas 6:12-16

En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles: a Simón, a quien también llamó Pedro, a Andrés su hermano, Jacobo y Juan, Felipe y Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Simón llamado Zelote, Judas hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que llegó a ser el traidor.

Como muestra claramente el evangelista Lucas, Jesús, entre todos sus discípulos, escogió a doce para que estuvieran con Él. Estos representaban las doce tribus de Israel y les concedió el título de apóstoles, es decir, sus enviados. Aquí surge una pregunta: ¿enviarlos a qué? Pues las mismas Escrituras nos responden:

Mateo 28:16-20

Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amen. Este pasaje bíblico es conocido como la gran comisión. 

Juan 20:21

Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.

Hechos 10:40-42

A éste levantó Dios al tercer día, e hizo que se manifestase; no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había ordenado de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos. Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos. 

Lucas 24:45-48

Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas.

Hechos 3:15

y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.

Como podemos observar, los apóstoles fueron enviados primeramente a predicar el evangelio a toda criatura. Pero no sólo eso, también para que fueran testigos de las palabras de Cristo y de su resurrección. Sin embargo, cualquiera puede argumentar que esta labor dada a los apóstoles también la podían hacer aquellos que estaban cerca de Jesús. Para dar respuesta a esta lógica observación, prosigamos al siguiente ítem.

REQUISITOS PARA SER APÓSTOL

Este punto es de suma importancia para entender por qué el ministerio apostólico no está vigente en nuestros días. Para esto, debemos analizar un caso donde la Biblia muestre los requisitos para escoger a alguien para dicho ministerio. Dicho caso lo encontramos en la asignación de un apóstol en reemplazo del puesto de Judas Iscariote, quien traicionó a Jesús y luego procedió a ahorcarse. Estudiemos la cita en cuestión y después analizaremos paso a paso los requerimientos que tuvieron los apóstoles para escoger al sucesor de Judas.

Hechos 1:16-26

Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús, y era contado con nosotros, y tenía parte en este ministerio. Este, pues, con el salario de su iniquidad adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron. Y fue notorio a todos los habitantes de Jerusalén, de tal manera que aquel campo se llama en su propia lengua, Acéldama, que quiere decir, Campo de sangre. Porque está escrito en el libro de los Salmos: Sea hecha desierta su habitación, Y no haya quien more en ella; y: Tome otro su oficio. Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección. Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías. Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido, para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar. Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles.

Este suceso ocurrió después de la ascensión del Salvador a los cielos. Estando reunidos los apóstoles, Pedro tomó la palabra y declaró cómo la muerte de Judas y su traición estaban profetizadas. Luego procedió a mostrar que el buscar un reemplazo para dicha vacante también estaba en las Escrituras. Por tanto, postularon algunos sustitutos para que el Señor eligiera a uno que relevara a Judas en el apostolado. De esta forma, se mantenía el número escogido por Cristo. Para esto, nombraron ciertos requisitos que debía poseer el reemplazo de Judas y todo aquel que quisiera llamarse apóstol. Examinemos con detalle cada punto.

Ø  Ser escogido por Cristo

Hechos 1:21

Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros.

Aquí, el apóstol menciona lo que anteriormente habíamos mostrado: que Jesús tenía muchos discípulos y, de ellos, solo nombró a doce como apóstoles. De tal manera, Pedro va reduciendo el número de hombres que pueden ejercer este ministerio. Siendo el primer requisito haber sido escogido por Cristo y convivir con Él mientras estuvo en la tierra.

En la época de nuestro Señor, los rabinos o maestros seleccionaban a sus discípulos. Dicha dignidad era otorgada por el rabino, no por la persona interesada. Esto puede verse en el hecho de que a todos los apóstoles Jesús los llamó diciéndoles: "Sígueme". Este era un dicho rabínico cuyo significado era: "Ven y sé mi discípulo". Por tanto, cuando el gadareno que fue liberado de los demonios pidió a Cristo seguirle, el Señor se lo impidió. Ya que era prerrogativa del rabino aceptar a quien él quisiera para el discipulado.

De esta manera, cuando Pedro declara que buscarán entre aquellos que estuvieron con Cristo, hace referencia a discípulos de Él. Como ejemplo, tenemos a los setenta que mandó en una ocasión a predicar.

Ø  Ser enseñado por Cristo

Este punto se presenta por implicación del anterior, ya que el ser escogido por Cristo para ser discípulo tiene como consecuencia el ser enseñado por Él. Debido a que uno de los principales privilegios era ese. Por tanto, este viene siendo el segundo requisito para ser apóstol. 

Ø  Ser testigo del Cristo resucitado

Hechos 1:22

Comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección.

Una vez más, el apóstol recalca el haber estado con Cristo, claro está, recibiendo su enseñanza. Ya que en esos tiempos, los discípulos vivían con el maestro para aprender no solamente sus palabras, sino también su conducta. A esto se añade la importante declaración de ser testigos de la resurrección. Por tanto, el segundo requisito sería ser testigo del Cristo resucitado. O, en otras palabras, haber visto a Jesús en su cuerpo resucitado. Haciendo la diferencia con las ocasiones en que nuestro Señor se ha aparecido en visión o en sueños a diferentes personas. Lo cual no tiene valor para ser testigo de su resurrección, ya que no lo ha visto en su cuerpo resucitado.

A esto es necesario añadir el hecho de que muchos niegan que el apostolado de Matías sea legítimo, argumentando que no fue hecho bajo la voluntad de Dios. Para esto, vamos a demostrar lo contrario.

¿Fue Matías el reemplazo de Judas Iscariote en el apostolado?

Para analizar esta pregunta, debemos tener en cuenta ciertos aspectos. Primero que todo, en el momento de la escogencia de Matías por los apóstoles, éstos ya tenían al Espíritu Santo que los guiaba. Leamos esta cita para confirmación: 

Juan 20:20-22

Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor. Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.

Este pasaje bíblico nos muestra lo acontecido después de la resurrección y cómo nuestro Señor se aparece a sus discípulos. Luego procede a soplar sobre ellos al Espíritu Santo. Tal vez no obtuvieron el mismo poder que en Pentecostés, pero recibieron al Espíritu, el cual fue otorgado para que nos guiara a la verdad.

A esto, añadimos el hecho de que el apóstol Pedro cita una profecía acerca del reemplazo de Judas.

Hechos 1:16-21

Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús, y era contado con nosotros, y tenía parte en este ministerio... Porque está escrito en el libro de los Salmos: Sea hecha desierta su habitación, Y no haya quien more en ella; y: Tome otro su oficio. Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros,

Es dudoso que el apóstol Pedro tomara citas de las Escrituras y les atribuyera profecías donde no las había, y sobre todo mostrar que dicha profecía era inspirada por el Espíritu Santo. A esto puedo añadir que no sería lógico en el sentido de que si los apóstoles se equivocaron al elegir a Matías como reemplazo de Judas, tiempo después el evangelista Lucas recibiera esta información de ellos mismos y que estos aprobaran su colocación en el libro y, sobre todo, que no declararan que fue un error.

También es interesante notar que el escritor sagrado Lucas es específico al hablar de los apóstoles en su número antes del ingreso de Matías y después:

Ø  ANTES

Lucas 24:9

y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás.

Lucas 24:33

Y levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén, y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos,

Hechos 1:13 Versión Reina Valera Contemporánea

Cuando llegaron a Jerusalén, subieron al aposento alto, donde se hallaban Pedro, Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, el hermano de Jacobo. En esta cita el escritor enumera a todos los apóstoles, los cuales en ese momento son once.

Ø  DESPUÉS

Hechos 1:26

Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles. 

Hechos 2:14

Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.

Hechos 6:2

Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas.

Es de notar cómo Lucas hace la diferencia en el antes de la inclusión de Matías y después, donde lo nombra haciendo parte del apostolado y entre los doce como a uno entre iguales. Esto debe responder a aquella falsa teoría que considera la ilegitimidad del apóstol Matías y del error de los apóstoles, los cuales ya tenían al Espíritu Santo al declarar una profecía donde no la había y a no tener la integridad de reconocer su error tiempo después cuando el escritor de los hechos elaboraba el libro.

¿Existieron en la antigüedad otros apóstoles aparte de los doce?

Esta es una interrogante que hoy día es de importancia responder. La respuesta a esta interrogante es SÍ. Sin embargo, esto no significa que siempre va a existir este ministerio. Para esto, vamos a examinar ciertos aspectos bíblicos que así lo demuestran. Pero primero, miremos quiénes aparecen como apóstoles aparte de los doce:

Ø  Pablo

Gálatas 1:1

Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos).

Ø  Santiago o Jacobo el hermano del Señor

Gálatas 1:19

pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor 

Ø  Bernabe (posiblemente)

Hechos 14:14

Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas, y se lanzaron entre la multitud, dando voces

Ø  Andronico y Junias (posiblemente)

Romanos 16:7

Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y mis compañeros de prisiones, los cuales son muy estimados entre los apóstoles, y que también fueron antes de mí en Cristo.

Ø  Judas el hermano de Señor y Jacobo (posiblemente)

Este Judas es el escritor de la carta que lleva su nombre, el cual se considera hermano de Jacobo y del Señor. Aunque no hay cita bíblica que lo acredite como apóstol, está la Tradición de la iglesia y el hecho de que su carta esté en el canon del Nuevo Testamento.

Entre los nombrados anteriormente, vamos a examinar uno por uno, lo mejor que podamos, la razón por la que fueron llamados Apóstoles:

Pablo

Pablo, quien antes de ser cristiano era mayormente conocido como Saulo de Tarso, era un fariseo perseguidor de la iglesia. El cual seguía a Dios de manera sincera y creyendo que atacando la iglesia le agradaba, se esforzaba por hacerlo bien. Sin embargo, Jesús en un momento se le apareció y le hizo ver el error de sus acciones. Gracias a que una gran parte del Nuevo Testamento se conforma por sus cartas y a que tenemos el registro histórico de la primera iglesia escrito por Lucas, podemos examinar la veracidad de su apostolado:

Ø  Fue escogido por Cristo

Gálatas 1:1 Versión Nueva Traducción Viviente

Les escribo, yo, el apóstol Pablo. No fui nombrado apóstol por ningún grupo de personas ni por ninguna autoridad humana, sino por Jesucristo mismo y por Dios Padre, quien levantó a Jesús de los muertos.

1 Timoteo 1:1

Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato de Dios nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo nuestra esperanza,

Hechos 22:14

Y él dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca.

Ø  Fue enseñado por Cristo

Gálatas 1:11-12 Versión Nueva Traducción Viviente

Amados hermanos, quiero que entiendan que el mensaje del evangelio que predico no se basa en un simple razonamiento humano. No recibí mi mensaje de ninguna fuente humana ni nadie me lo enseñó. En cambio, lo recibí por revelación directa de Jesucristo.

Efesios 3:3 Versión Nueva Traducción Viviente

Tal como antes les escribí brevemente, Dios mismo me reveló su misterioso plan.

Hechos 22:14

Y él dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca.

Ø  Fue testigo del Cristo resucitado

1 Corintios 9:1 Versión Reina Valera Contemporánea

¿Qué, no soy apóstol? ¿Y acaso no soy libre? ¿Acaso no he visto a Jesús, nuestro Señor? ¿Y no son ustedes el fruto de mi trabajo en el Señor? 

Hechos 22:14

Y él dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca.

Hechos 26:15-16

Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, esta cita es muestra de que Cristo no se le apareció en una sola ocasión a Pablo sino en varias y entre esas está cuando le enseñó el evangelio.

1Corintios 15:3-8 Versión Reina Valera Contemporánea

En primer lugar, les he enseñado lo mismo que yo recibí: Que, conforme a las Escrituras, Cristo murió por nuestros pecados; que también, conforme a las Escrituras, fue sepultado y resucitó al tercer día; y que se apareció a Cefas, y luego a los doce. Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos aún viven, y otros ya han muerto. Luego se apareció a Jacobo, después a todos los apóstoles; y por último se me apareció a mí, que soy como un niño nacido fuera de tiempo.

Como podemos observar, el apóstol Pablo cumplía con todos los requisitos para ser apóstol y son por estas razones que él se consideraba un legítimo servidor de Cristo. A esto podemos adicionar que los demás apóstoles reconocieron su apostolado:

Gálatas 2:7-9

Antes por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión (pues el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión, actuó también en mí para con los gentiles), y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión

Santiago o Jacobo el hermano del Señor

El apóstol Santiago, comúnmente conocido como Jacobo, el hermano de nuestro Señor Jesucristo (Santiago y Jacobo son variantes del mismo nombre en español), es un personaje del cual no tenemos muchas referencias. Pero lo que sabemos, gracias a los evangelios, es que en el ministerio terreno de Jesús fue incrédulo en cuanto a su mesiánidad. Sin embargo, en el libro de los hechos lo encontramos como uno de los líderes en la iglesia de Jerusalén. ¿Qué pasó con él? Pues lo que conocemos es la narración del apóstol Pablo al respecto:

1Corintios 15:5-7

y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles;

Jesús se le presentó resucitado a su hermano Jacobo. Esto va acorde con información recibida de la iglesia perteneciente a los primeros siglos. No tenemos cómo verificar todos los requisitos de su ministerio apostólico, dada la poca información que tenemos de él en la Biblia. Sin embargo, el hecho de que Pablo lo nombre apóstol y que en Jerusalén haya sido uno de los pilares de la iglesia junto a Pedro y Juan, dan a entender que tenía el reconocimiento general para su apostolado. Conociendo el procedimiento hecho por los apóstoles al escoger a Matías, también es prueba de que Santiago cumplía todos los requisitos para el ministerio.

Gálatas 1:19

pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor.

Gálatas 2:9

y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.

Bernabe (posiblemente)

La primera vez que se menciona a este hombre de Dios en la Biblia es cuando, en Jerusalén, los cristianos vendían todos sus bienes y los colocaban a los pies de los apóstoles para ser distribuidos justamente entre todos. La segunda ocasión lo vemos aceptando a Saulo de Tarso, el antiguo verdugo de la iglesia, en el momento en que todos huían de él. Desde ese momento en adelante, se convertirían en grandes compañeros de milicia. La razón por la que se ha colocado a Bernabé como un posible apóstol es por el contexto de la cita que lo menciona.

Hechos 14:14

Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas, y se lanzaron entre la multitud, dando voces

Para comprender la posible razón por la que a Bernabé se le llame apóstol, es necesario recalcar que es una explicación posible, más no una declaración con cien por ciento de certeza. Debemos recordar que el término "apóstol" proviene del término griego "apostolos", que significa enviado o mensajero. Por lo tanto, el estipularle ese término a Bernabé puede tener otro significado si leemos la siguiente cita.

Hechos 13:2-4

Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron. Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre. 

De esta cita se puede observar que Pablo y Bernabé fueron enviados por el Espíritu Santo a una misión. Al llevarla a cabo, se les asignó a Bernabé y a Pablo el término "apóstoles", lo que significa "enviados". En este caso, podría ser por el Espíritu Santo. Sin embargo, es solo una explicación posible.

Andronico y Junias (posiblemente)

Lo único que sabemos de estos dos personajes es lo que el apóstol Pablo nos menciona:

Romanos 16:7

Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y mis compañeros de prisiones, los cuales son muy estimados entre los apóstoles, y que también fueron antes de mí en Cristo.

Al parecer, son familiares del apóstol, fueron sus compañeros de milicia y conocieron a Cristo antes que él. La expresión que da la posible opción de que sean o no apóstoles es "son muy estimados entre los apóstoles". Esto puede tener dos formas de interpretar: una es que ellos hacen parte de los apóstoles y son muy estimados por todos, y la otra es que ellos son muy estimados por los apóstoles, pero no son apóstoles. De allí su asignación de posibles.

Judas el hermano de Señor y Jacobo (posiblemente)

De este siervo de Dios no tenemos mucha información. La Biblia nos muestra que es hermano de Jacobo, el cual es el mismo Santiago, quien era hermano del Señor. Por tanto, también se puede deducir que es su hermano.

Judas 1:1

Judas, siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los llamados, santificados en Dios Padre, y guardados en Jesucristo:   

En los evangelios podemos encontrar que uno de los hermanos de Jesús se llamaba Judas:

Mateo 13:55

¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas?

Además de esta información, también poseemos lo que decía la iglesia primitiva, la cual asignaba esta carta a Judas, que era hermano de Jacobo y de Jesús. Al igual que Santiago, creyó en Cristo después de su resurrección y de su aparición a él. El hecho de que la carta aparezca en los escritos canónicos y considerando que la regla que poseía la iglesia para aceptar un libro en el canon era que fuera de origen apostólico, le da fuerza a la teoría. El motivo por el que no se nombra a sí mismo como apóstol puede estar relacionado con la misma razón por la que su hermano Santiago tampoco se da a conocer con dicho título. Puede que no quieran mostrar vanidad o altivez al nombrarse apóstoles, quienes siendo hermanos del Señor tengan más autoridad que los demás. Tal vez quieran mostrar humildad en este aspecto.

Ya examinamos en un principio cuáles son los requisitos para llevar el título de apóstol. Tenemos dos casos bien informados, como son los de Pablo y Matías. Los otros que también son llamados apóstoles en el Nuevo Testamento también deben cumplir dichos requisitos.

EL ÚLTIMO APÓSTOL

Al llegar a este punto, es importante saber que la Biblia muestra quién fue el último apóstol, y esto lo hace teniendo en cuenta los requisitos para serlo. Leamos:

1Corintios 15:7-8 Versión Reina Valera Contemporánea

Luego se apareció a Jacobo, después a todos los apóstoles; y por último se me apareció a mí, que soy como un niño nacido fuera de tiempo.

El apóstol Pablo, al hablar de los testigos del Cristo resucitado, declara algo que es de mucha importancia para nosotros: fue el último en ver al Cristo resucitado. Y siendo éste uno de los principales requisitos para ser apóstol, tenemos como consecuencia lógica que Pablo fue el último en ser nombrado con este ministerio. Esto es entendible en el hecho de que Jesús, después de ascender a los cielos, volverá a la tierra solo en su parusía (término que significa venida, haciendo referencia a su regreso).

Hebreos 10:12-13

pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies;

1Corintios 11:26

Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.

Precisamente en este aspecto, la Biblia nos muestra que Cristo está esperando volver en su parusía, después de su ascensión y su última visita a Pablo. Ninguno puede argumentar que lo ha visto resucitado. Puede que lo haya visto en visión, pero no en su cuerpo resucitado. Ya que si fuera así, el apóstol Pablo no hubiera declarado que era el último.

La historia de la iglesia y el ministerio Apostólico

Hace dos mil años, nuestro Señor Jesucristo murió y resucitó, dando inicio a la predicación del Evangelio y a la formación de la iglesia. Gracias a la providencia de nuestro Dios, en estos dos mil años, la iglesia ha podido preservar documentos que se han escrito en su seno, revelándonos los distintos pensamientos y costumbres que han tenido nuestros hermanos en los diferentes siglos. Estudiando estos registros, podemos notar que en dos mil años nunca se habló de un ministerio apostólico fuera de aquellos apóstoles del siglo primero. Y esto tiene coherencia con lo que hemos estudiado en la Biblia. Ya que si examinamos, los apóstoles nunca nombraron a otros apóstoles. Aun en el caso de Matías, ellos escogieron candidatos, pero fue el Señor quien eligió al sucesor. Los apóstoles asignaron obispos, también conocidos como ancianos, y a los diáconos. Así enseñan las Escrituras.

Hechos 14:23

Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.

Tito 1:5

Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé;

 1Timoteo 3:1

Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea.

1 Timoteo 3:8

Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas;

El movimiento del nuevo apostolado surgió en los años ochenta. Antes de este tiempo, nunca se ha hablado de apóstoles fuera de aquellos del primer siglo. Añadiendo a esto los fundamentos claros de las Escrituras, es prueba de la falsedad de esta doctrina.

Conclusión

Después de examinar los fundamentos que la Biblia nos da para rechazar las pretensiones de muchos que alegan tener el ministerio apostólico, debemos agregar las falsedades que encontramos. Como el hecho de que estos movimientos afirman que las iglesias deben ser dirigidas por un apóstol para que lleguen a su máxima eficiencia, lo cual es contrario a la Biblia, como lo hemos demostrado. Además de esto, dichos movimientos asignan sus propios requisitos para la constitución de apóstoles, dejando a un lado el fundamento bíblico. Por tanto, hermanos en Cristo, tengamos cuidado de estas enseñanzas, las cuales son opuestas a las Escrituras.

Nota: si tienes inquietudes con respecto al tema expuesto anteriormente, puedes comunicarte conmigo.

Atentamente:

Hernando Álvarez.

Correo:siloh83@hotmail.com


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martes, 4 de julio de 2023

EL CRISTIANO Y EL DIEZMO. REDACCIÓN CORREGIDA

 EL CRISTIANO Y EL DIEZMO

En este tiempo, nuestra sociedad se caracteriza por tener una organización capitalista. Esta estructura consiste en que cada individuo puede tener un monto indefinido de capital obtenido de forma legal sin que el estado se lo prohíba. Este sistema tiene aspectos positivos y negativos, pero en este caso, analizaré algunos aspectos negativos por su relación con el tema.

Uno de estos aspectos negativos se resume como la supervivencia del más fuerte, definición dada por la teoría evolutiva relacionada con la selección natural. En la lucha por adquirir posesiones, se pierde la compasión hacia los demás y se hacen las cosas sin importar si afectan a una persona, familia o sociedad. Esto trae riqueza para algunos y pobreza para otros.

Además, el dinero toma una importancia radical, surgiendo en las mentes de las personas el querer acumular cada vez más y más, quedando rezagado el pensamiento de dar. Este problema se resume con una frase conocida: “si tienes mucho vales mucho, si tienes poco vales poco”. Así que, dependiendo del dinero que tienes, esa será la importancia que posees. Es de esta forma que el acto de dar se convierte en una acción de poca inteligencia. De ahí que no sea raro encontrar que el hablar del diezmo se haya convertido en un camino difícil de transitar.

Para tratar este tema, tenemos que tener en cuenta dos puntos de vista: el del inconverso y el del cristiano. Comencemos con el inconverso. Entre estas personas, es común encontrar frases como: “eso es un robo”, “los están estafando”, “los que dan eso son unos bobos”, etc. Entre aquellos cristianos que no están de acuerdo con este tema, resultan frases como: “el diezmo se daba en la ley”, “estamos en la gracia, no en la ley para que demos diezmos”, etc.

Para dar respuestas a estas inquietudes, primero tenemos que examinar desde cuándo se da el diezmo. El primer caso que narra la Biblia se encuentra en Génesis 14:17-24. Este texto relata el momento en que Abraham le dio el diezmo a Melquisedec. El siguiente caso se encuentra en Génesis 28:20-22. Este pasaje revela el pacto que hizo Jacob con Dios, donde Jacob promete darle el diezmo si éste le protegía y le hacía volver en paz a su tierra. Aquí, el diezmo es el resultado de un pacto entre Jacob y Dios, fue decisión de Jacob el darlo.

A continuación, le sigue Levítico 27:30-34. En esta cita, el diezmo está constituido como un estatuto de la ley. Otros pasajes que lo nombran en el Pentateuco son: Números 18:21,24-31; Deuteronomio 14:22. La explicación del por qué Dios ordenó entregar el diezmo lo encontramos en Números 18:21 “a los hijos de Leví les doy en herencia todos los diezmos de Israel, a cambio del servicio que prestan en la tienda de las citas” versión latinoamericana. Pero a esto se le añade la labor de ayudar a los huérfanos, a las viudas, en fin, a las personas con necesidad.

Leamos Deuteronomio 14:28-29 "Al final de cada tres años, sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año y lo guardarás en tus ciudades. Entonces vendrán el levita que no tiene parte ni heredad contigo, el forastero, el huérfano y la viuda que haya en tus ciudades. Ellos comerán y se saciarán, para que Jehovah tu Dios te bendiga en toda obra que hagas con tus manos.” (A menos que se indique lo contrario, la versión bíblica a usar será la Reina Valera de 1960).

Para comprender por qué Dios le daba el diezmo a los levitas, debemos saber que Israel estaba conformado por doce tribus, de las cuales once recibieron tierras para cultivar, apacentar el ganado, para trabajar en ella y poder recibir el sustento diario. Pero una tribu, la de Levi no recibió estos beneficios, sino que Dios los tomó para que sirvieran en el Templo todo el tiempo.

De esta manera hay que analizar algo: si ellos iban a estar ocupados en el Templo todo el tiempo ¿en qué momento trabajarían la tierra para recibir el sustento? ¿Cómo conseguirían para el sustento, el vestido y todo lo necesario si trabajaban a tiempo completo en el Templo? Pero como trabajan para Dios, el salario que Él les otorga es el diezmo, las ofrendas, las primicias, etc.

La sabiduría de Dios se muestra por las soluciones que ofrece. Al pedir el diezmo, se le honra a Él (Proverbios 3:9-10; Salmos 96:8) y además se provee a una tribu de todo lo que necesita, incluyendo la ayuda ofrecida a los más necesitados. La tribu de Levi recibía los diezmos y, a su vez, del producto que recibían daban el diezmo al sumo sacerdote. De esta manera queda claro que el diezmo no fue el invento de algún hombre astuto que quería enriquecerse estafando a los demás, sino que fue un estatuto dado por el Señor y, en otros casos, fue la voluntad de una persona para honrar a Dios. Así damos respuesta a la objeción del inconverso y pasamos a la declaración incorrecta que tienen algunos creyentes.

La defensa de dichas personas consiste en que el diezmo fue dado en la ley y que solo los que están bajo la ley son obligados a cumplirla. Los cristianos, por no estar bajo la ley sino en la gracia, no tienen la responsabilidad de guardarla. Es aceptable decir que no estamos en la ley; el Nuevo Testamento es claro en este tema. Es en este punto donde comienzo a explicar el hecho del porqué Abraham le dio el diezmo al sacerdote Melquisedec.

Leamos Hebreos 7:5-6: “Según la ley de Moisés, los sacerdotes que son descendientes de Levi tienen el derecho de cobrarle al pueblo la décima parte de todo, a pesar de que son sus parientes y descienden de Abraham lo mismo que ellos. Pero Melquisedec, aunque no era descendiente de Levi, le cobró la décima parte a Abraham, que había recibido las promesas de Dios.” (Versión Dios llega al hombre; énfasis mío).

Con este pasaje como fundamento, podemos decir de manera fehaciente que el diezmo para darse no tiene que existir precisamente una ley que lo ordene. El texto hace memoria del derecho que tienen los levitas de cobrar el diezmo y relaciona este derecho con el encuentro que tuvo Abraham con Melquisedec, donde Abraham le entrega la décima parte del botín. Lo interesante es que Abraham no estaba obligado por una ley a darlo ya que la ley no existía así como tampoco existía la tribu de Levi. La pregunta que surge es ¿por qué Melquisedec le cobró el diezmo a Abraham y quién le dio esa autoridad? Para responder esta interrogante primero tenemos que saber quién es Melquisedec.

Para colocarlo de una manera sencilla redactaré por puntos las características de este misterioso personaje:

Ø  Es superior a Abraham: Hebreos 7:6-7 “… así Melquisedec bendijo a Abraham; y nadie puede negar que el que bendice es superior al bendecido” versión Dios llega al hombre, hebreos 7:4 “Ahora bien, fijaos en lo importante que sería Melquisedec, que nuestro propio antepasado Abraham le entregó la décima parte del botín arrebatado a los reyes en la batalla” versión Dios habla hoy.

Ø  Es superior a cualquier sacerdote levítico: hebreos 7:9-10  Y se puede decir que los sacerdotes, que descienden de Levi y que ahora reciben el diezmo, dieron también el diezmo a Melquisedec al dárselo Abraham.  Porque, en cierto sentido, cuando Melquisedec salió al encuentro de Abraham, este ya llevaba en su cuerpo a sus descendientes, que aún no habían nacido.” Versión Dios habla hoy. 

Ø  El significado de su nombre: Melquisedec significa Rey de justicia, y era Rey de Salem, o  sea Rey de paz (Hebreos 7:2) éstos son títulos del Mesías, lea Isaías 9:5, 11:5, 32:1, Jeremías 23:5-6.

Ø Es sacerdote para siempre: Salmo 110:4 dice: “El Señor hizo una promesa y no se      echará atrás: serás sacerdote para siempre, de la misma manera que Melquisedec” (Versión La Palabra de Dios para Todos). Esta promesa proclama que Jesús será sacerdote eternamente, así como Melquisedec lo es (Hebreos 7:8, 15-16). Llegado a este punto, hay que considerar cierta dificultad: ¿cómo pueden existir dos sacerdotes que ministren para siempre?

    El autor de la carta a los Hebreos dice que el sacerdocio levítico tenía la falla de tener varios sacerdotes en diferentes tiempos porque morían (Hebreos 7:23). Además, para ministrar en el templo en el lugar santísimo solo se necesita un sumo sacerdote, así está contemplado en la ley. El sumo sacerdote es el único que entra al lugar santísimo una sola vez para hacer sacrificio por el pueblo (Levítico 16:2-3, 34). Jesús hizo ese sacrificio (Hebreos 9:23-28), pero de Melquisedec no hay referencia de que lo haya realizado. No podía hacerlo ya que, si lo hubiera hecho, el perdón de los pecados de la humanidad habría sido antes del sacrificio de Jesucristo, juntamente con la purificación del templo, colocando de esta manera como innecesario un sacrificio posterior.

Que Melquisedec sea Sumo sacerdote y Rey tiene ciertas implicaciones:

ü  Era Rey y sacerdote de una nación: Melquisedec era Rey, entonces tenía una nación a su cargo. Era sacerdote, entonces representaba a un pueblo ante Dios (Hebreos 5:1). El punto a considerar aquí es que el pueblo que ministraba Melquisedec tenía que ser escogido por Dios. Debía ser un pueblo que se rigiera bajo sus normas. En este orden de ideas, se origina una contradicción en las Sagradas Escrituras, las cuales declaran que el pueblo que Dios escogió entre todas las naciones fue Israel y los escogió por causa de Abraham (Deuteronomio 7:6-8, 4:19-20, 14:2; Romanos 3:2). Como sabemos, las Escrituras no se pueden contradecir debido a que son inspiradas por Dios (2 Timoteo 3:16-17).

ü  Ministraba en un Templo: Melquisedec, como sacerdote, tenía que presentar ofrendas y sacrificios por el pecado, debido a que ese es uno de los oficios del sacerdote (Hebreos 5:1). Esto conlleva que, para poder ofrecer esos sacrificios, tenía que hacerlos en un Templo. Existían dos tipos de templos donde, por mandato de Dios, se ofrecían sacrificios: el Templo judío, donde ministraban los sacerdotes levitas, y el templo que está en el cielo, el cual fue tomado como modelo para construir el Templo levita (Hebreos 8:2, 5, 9:23-28).

Ahora bien, en el Templo levita se hacía un sacrificio para purificarlo. El escritor de la carta a los Hebreos dice que en el templo del cielo también debe hacerse ese sacrificio, el cual fue hecho por Jesús quien ofreció su propio cuerpo y fue un solo sacrificio (Hebreos 9:23-28). Si Jesús tiene el mismo sacerdocio de Melquisedec y Jesús ministra en el templo que está en el cielo, entonces Melquisedec debe ministrar en el mismo Templo.

Como existían dos tipos de Templos, la copia que se hallaba en la tierra en el momento que se le apareció Melquisedec a Abraham aún no existía. Por ende, Melquisedec debe ministrar en el templo del cielo. Pero hay cierto problema: ¿qué sacrificios presentó Melquisedec? Sabemos que los levitas presentaban animales, los cuales eran una sombra del verdadero sacrificio que quitaba pecados, el de Jesús (Hebreos 8:4-5, 10:1-14). Además, la Biblia hace énfasis en que este sacrificio de Jesús fue el único que se hizo para purificarlo. De esta manera se puede concluir que Melquisedec no hizo sacrificios. Y si no hizo sacrificios ¿cómo podría ser sacerdote ya que el sacerdote se caracteriza porque tiene que presentar ofrendas y sacrificios (Hebreos 8:3)?

ü  La existencia de un sacerdocio superior al levítico antes de que este existiera: El sacerdocio de Melquisedec es superior al sacerdocio levítico (Hebreos 7:8-10). Siendo así, ¿por qué Dios instauró un sacerdocio inferior si ya había colocado antes uno superior? Precisamente, el sacerdocio de Jesús fue colocado porque el sacerdocio levítico era ineficiente (Hebreos 7:11-19). Entonces, no tendría ninguna lógica quitar un sacerdocio perfecto y reemplazarlo por uno imperfecto.

Muchos tienen el pensamiento de que Melquisedec fue un rey que existió en la época de Abraham. Dadas las contradicciones que esto genera, es poco probable. Pienso que tiene más coherencia con el contexto general de la Biblia que Melquisedec sea una manifestación de Jesús en el pasado. Explicaré de forma más detallada el porqué:

·        Es superior a Abraham: Que Melquisedec sea Jesús explicaría por qué Abraham le dio el diezmo sin que existiera una ley que lo obligara, haciéndolo de manera voluntaria. El escritor de la carta a los Hebreos dice: “Según la ley de Moisés, los sacerdotes que son descendientes de Levi tienen el derecho de cobrarle al pueblo la décima parte de todo, a pesar de que son sus parientes y descienden de Abraham lo mismo que ellos” (Hebreos 7:5, versión Dios Habla Hoy). Lo que manifiesta esta cita es que los levitas son iguales a las demás tribus, debido a que todos descienden de Abraham. Unos no son de sangre más pura que los otros; todos son iguales. Por lo tanto, no son superiores y, como no lo son, no tienen ni el poder ni la autoridad para cobrar el diezmo a sus iguales. Pero el escritor es claro al decir que Dios le da esa autoridad a los levitas para que puedan hacerlo.

Sin embargo, en el caso de Melquisedec no hay una ley que le haya dado esa autoridad. Es de esta manera que Abraham reconoce en Melquisedec a alguien superior. La pregunta es: ¿por qué Abraham no lo trató de igual a igual sabiendo que es el hombre de las promesas y que todos fueron creados por Dios en igualdad de condiciones? A través de este hecho podemos recordar otro parecido relatado en Génesis 18:1-15, donde Abraham reconoce a Dios en una de sus manifestaciones como humano o también llamada teofanía. Claro, debió ser por revelación del Espíritu que supo quién era, ya que este personaje nunca se lo comentó. Es interesante que después del contacto de Abraham con Melquisedec, cuando Jacob tiene un encuentro con Dios, él le ofrece el diezmo (Génesis 28:20-22).

·     Es superior a cualquier sacerdote levítico: Melquisedec no solo es superior a Abraham, sino que también es superior a cualquier sacerdote levítico. Como expresé en el punto anterior, la tribu de Levi recibió la autoridad para cobrar el diezmo. El autor de la carta a los Hebreos declara que la autoridad que tiene Melquisedec es superior a la autoridad dada a los levitas. Por ende, su sacerdocio es de mayor trascendencia. Esto no es sorpresa ya que mayor valor tiene el objeto real que una copia.

El sacerdocio levítico tiene como característica el ser imperfecto y una de las causas es porque los que ministran son mortales y tienen que ser reemplazados una vez que muere alguno de ellos (Hebreos 7:23-24). Pero el sacerdocio de Jesús es perfecto y tiene la singularidad de ser inmutable, ya que nunca cambia el sacerdote. Si Melquisedec no es Jesús, entonces Jesús le siguió a Melquisedec en el sacerdocio, quebrantando la inmutabilidad de dicho sacerdocio ya que se presentan cambios igual que en el sacerdocio levítico. Ya no es inalterable

·  El significado de su nombre: Que Melquisedec tenga títulos que representan a Jesús implica que Jesús no es único. A Jesús se le nombra como “El Mesías”, que significa “El Ungido”. Note que se le denomina con “el”, no con “un”. Ya que “el” representa a algo o a alguien singular, único, mientras que “un” representa a algo o alguien perteneciente a muchos con las mismas características. En la historia de Israel existieron muchos ungidos, pero ninguno como Jesús. Él es único.

·   Es sacerdote para siempre: Ya hemos visto la dificultad que surge al pensar que Melquisedec es sacerdote para siempre, al igual que Jesús. De esta manera, toma fuerza la posibilidad de que Melquisedec sea una manifestación de Jesús en el pasado. Solo así se podría explicar por qué ambos son sumo sacerdote de un mismo Templo eternamente. Se explica el por qué Melquisedec podía ser sacerdote sin presentar ofrendas. De esta manera, tenía acceso al templo porque después haría el sacrificio, me refiero a la crucifixión, llevando a cabo el perdón de los pecados y la salvación de la humanidad. Se puede explicar la inmortalidad de ambos.

Considere algo: Jesús, desde antes de la fundación del mundo, había sido escogido para morir por los pecados de la humanidad. Al hablar del sacrificio de Cristo, se tiene implícita la purificación del Templo celestial. Si se habla de un sacrificio por los pecados del hombre, este sacrificio se podía hacer solo en el tiempo de la existencia de la humanidad. Antes de la creación, no podía sacrificarse Jesús. Entonces, como mínimo, el Templo celestial existe desde que fue creado el hombre y, desde ese tiempo, Jesús estuvo esperando para encarnarse y sacrificarse por el hombre y purificar el Templo (Hebreos 9:23-26). Notemos que solo se necesitaba un sacrificio por la humanidad y por el Templo y sabemos que eso lo hizo Jesús siendo el sacrificio y el sumo sacerdote que lo presentaba. Por lo que era innecesario un sacerdote antes de Jesús.

Por tanto, es una gran probabilidad que Jesús sea Melquisedec, quien se presentó en el pasado con esta figura dejando un precedente para el futuro. Además del hecho de que no se debía presentar en su verdadera forma (para mayor información puede leer la enseñanza "La Doctrina de la Trinidad de Dios", en el ítem F: "Jesús en el Antiguo Testamento", donde se habla con mayor detalle acerca de este aspecto). 

·         Melquisedec era rey y sacerdote de una nación: La consideración en este punto es que, al ser rey, Melquisedec tenía que serlo de un pueblo escogido por Dios. Sin embargo, vimos que este supuesto contradice las Escrituras. Si Jesús es rey y sacerdote, tal como lo es Melquisedec, entonces Melquisedec debe reinar sobre el mismo pueblo de Jesús. Sabemos que Jesús es sacerdote y rey de la iglesia (Hebreos 5:9-10, 7:23-25; Efesios 5:25-27), pero en la época de Melquisedec no existía la iglesia, ya que Jesús aún no había muerto por ella. Entonces, ¿de qué pueblo era rey y sacerdote Melquisedec?

·  Melquisedec ministraba en un Templo: En un punto anterior, expuse la dificultad presentada en este aspecto. Lo que puedo añadir es que, si Melquisedec es un humano diferente a Jesús, ¿cómo podía llegar al templo del cielo con pecado? Dado que Jesús fue el único que no pecó (Romanos 3:21-26; 1 Juan 3:5), si Jesús fue el único, entonces Melquisedec debió pecar. En consecuencia, ¿cómo podía entrar al Templo celestial?

·    La existencia de un sacerdocio superior al levítico antes de que éste existiera: que Jesús sea Melquisedec explica por qué en un momento de la historia, antes de que existiera el sacerdocio levítico, apareciera un sacerdocio superior a cualquier otro, y también se explica por qué dicho sacerdocio desapareció sin dejar rastro.

Un dato interesante que les quiero proporcionar es que Melquisedec, cuando se encuentra con Abraham, le ofrece pan y vino (Génesis 14:18). Estos elementos son representativos del nuevo pacto, ya que Jesús así lo determina (Lucas 22:19-20, Juan 6:51-58), además lo coloca como un mandato para recordar ese acto (1 Corintios 11:23-26). El pan representa el cuerpo del sacrificio y el vino la sangre que sella el pacto. Es como si Jesús, muchos años antes de su encarnación, anunciara el nuevo pacto entre Dios y el hombre.

Habiendo mostrado la probabilidad de que Jesús sea Melquisedec y que Él recibe el diezmo no porque haya una ley que lo exija, sino porque la grandeza de su ministerio, su autoridad y superioridad demandan que así se haga; mediten esto: los levitas necesitaban del diezmo y la ofrenda para sobrevivir, pero Melquisedec, siendo Rey, no necesitaba de este beneficio. De esta manera, lo que hizo Abraham fue reconocer la autoridad que posee dicho sacerdocio. Llegados a este punto, cualquiera podría decir que Jesús no está en la tierra para recibir ese dinero o especie, ya que Él está en el cielo y por eso no tendría sentido darlo. Para este aspecto me remito al Antiguo Testamento donde Dios dice: “Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová” (Levítico 27:30; énfasis mío). La cita anterior muestra que el diezmo se le daba a Dios, pero el que lo recibía no era Dios en persona sino sus servidores. El mismo caso ocurre en el Nuevo Pacto: el diezmo dedicado a Dios se le da a sus servidores, ellos lo toman para su sustento, para expandir el evangelio y además una parte de ese dinero también se debe tomar para ayudar a los necesitados como paginas atrás escribí; el Señor Jesús dijo: “…porque el obrero es digno de su salario.” (Lucas 10:7), “Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.” (1 Corintios 9:14). ¿Y cómo se vive del evangelio? Pues recibiendo de aquello que es dedicado a Dios, ya que Él mismo así lo ordenó. Jesús dijo: "A la verdad, la mies es mucha, pero los obreros son pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies." (Mateo 9:37-38). Aun hoy, la cantidad de personas que existen en proporción a los servidores que hay es muy desigual. La demanda es grande y se necesitan más obreros, pero muchos piensan que el servidor de Dios debe trabajar medio tiempo y dedicarle a la obra de Dios solo medio tiempo. Jesús no cree así, la demanda es mucha y se necesita de todo el tiempo disponible.

No hay que olvidar la existencia de personas que utilizan los caminos de Dios para enriquecerse. Son solo estafadores que se aprovechan del amor que las personas le tienen a Dios. Esto ha ocurrido desde los inicios de la iglesia (2 Corintios 11:12-15, 18-21), pero ellos tendrán que rendir cuentas al Señor de la iglesia, del cual nadie se escapa ni se puede ocultar. En estos casos, en que las personas daban a Dios, Él recibía las ofrendas, aunque estos servidores del mal (2 Corintios 11:13-15) se aprovechen de ese bien.

Otro aspecto en el que quiero dar mi opinión es que muchos argumentan que el que no diezma deja de ser salvo. Me parece que no hay que llegar a tales extremos. El diezmo en el nuevo pacto no aparece como un mandamiento. Sin embargo, como lo aclare en todo este estudio, lo damos para honrar y agradar a Dios, además de aceptar la supremacía de Jesús y su sacerdocio. Si en verdad amamos al Señor y le servimos, entonces le daremos el diezmo, no porque Él nos obligó o para ser salvos, sino porque lo amamos y queremos honrarlo así como lo hizo Abraham. 

Ahora voy a entrar a un terreno algo delicado debido a la gran acogida que tiene en la mayoría de las iglesias. Me refiero a la bendición recibida por dar un diezmo o una ofrenda. El hecho de que Dios bendiga a alguien no es discutible. Él, como soberano, bendice al que quiere en el momento que quiere. El problema está cuando se coloca el diezmo o la ofrenda como un trueque de tal manera que Dios, al recibirla, tenga que dar a cambio una bendición (que por lo general se enfatiza que es económica) obligatoria en un corto periodo de tiempo. Las bases para estos argumentos las encontramos en el antiguo testamento. Pasajes como Malaquías 3:10-11 dan a entender esta idea.

Pero el nuevo pacto se caracteriza en que Dios nos convierte en sus hijos (Juan 1:12) y su principal propósito es que lleguemos a la estatura de su Hijo Jesucristo (Efesios 4:11-13). En otras palabras, que crezcamos espiritualmente. Por lo cual utiliza los medios que Él crea necesario para que se cumpla. Esto es notable en la historia de la iglesia primitiva, cuya principal característica era la búsqueda abnegada de Dios. Vemos que ellos pasaron por muchas dificultades económicas. No por esto se tiene que pensar que tuvieran dichas dificultades por su falta de búsqueda del Señor, ya que es reconocido el respaldo divino que tenían.

Una vez más recalco que no estoy expresando que el Señor no bendiga. Lo que quiero dar a entender es que lo puede hacer en el momento que Él crea conveniente, no cuando nosotros queramos. Un ejemplo valioso en este tema es el caso de Job. Él era un justo que tenía la bendición de Dios, pero por decisión divina le es quitada, proviniéndole enfermedades y muerte en su familia. Sus amigos temerosos de Dios sacaron conclusiones y comentaron que esos sucesos eran consecuencia del pecado, que él aparentaba ser justo pero que no lo era (Job 22). Al final Dios explica la situación y declara que las afirmaciones de los amigos de Job eran calumnias. Job reconoce que ese proceso le sirvió para conocer más al Señor (Job 42:1-12).

Así que si vamos a dar, demos pero no esperando nada a cambio, sino de corazón. Además es Él quien nos da el poder para hacer las riquezas (Deuteronomio 8:18). Por último quisiera recordar la importancia de ayudar a los necesitados. En hojas atrás coloqué cómo del diezmo se apartaba una parte para ayudar a los pobres. Me parece que en nuestro tiempo muchas iglesias han olvidado esta área. Jesús y los apóstoles en varias ocasiones hablaron de este punto (Mateo 19:21, Lucas 14:13, Juan 13:29, Gálatas 2:10).

A manera de resumen, les dejo estas palabras:

El diezmo lo damos para al Señor Jesús honrar,

no porque eso nos va a salvar,

tampoco porque nos va a dar más,

sino porque lo amamos y lo queremos de verdad.

Lo queremos hacer como lo hizo Abraham,

él lo hizo solo para a Dios honrar y agradar,

no por una ley o por riqueza material.

Ese dinero que damos se utiliza para el evangelio propagar,

para ayudar al huérfano, a la viuda y al que está en necesidad.

También para que podamos tener un lugar donde congregados podamos a Dios adorar.

Además, se les da el sustento a los servidores que la buena nueva van a predicar. 

Nota: si tienes inquietudes con respecto al tema expuesto anteriormente, puedes comunicarte conmigo.

Atentamente
Hernando Álvarez 
 Correo: siloh83@hotmail.com

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