LAS
DENOMINACIONES Y LA IGLESIA
DE CRISTO
Hoy día es común encontrar
en el mundo cristiano que las distintas congregaciones se hacen distinguir por
sus nombres o por la afiliación a ciertas organizaciones las cuales son
llamadas “denominaciones”, según el diccionario de la real academia de la lengua
española, la palabra “denominación” significa: “Nombre, titulo o sobrenombre con que se distinguen las personas y las
cosas” de esta manera una
denominación es la que se hace distinguir
de las demás por su nombre; en la época de Jesús habían denominaciones,
las que se conocían como fariseos, saduceos, esenios, entre otros, pero estas
eran las más importantes, se diferenciaban por sus enseñanzas; hoy día también
ocurre lo mismo, encontramos denominaciones que se diferencian por su doctrina,
entre estas encontramos los Testigos de Jehová, los adventistas, pentecostales
unidos, entre otros; la mayoría de los llamados Cristianos evangélicos son
considerados pentecostales trinitarios cuya enseñanza se caracteriza por creer
en la trinidad de Dios, pero dentro de los pentecostales trinitarios también
existen denominaciones, las cuales enseñan las mismas bases doctrinales pero se
diferencian en su forma de trabajar, organización y administración,
lamentablemente, esta forma de diferenciar una congregación de otra a causado
un problema que cada día cobra fuerza, me refiero al orgullo denominacional;
sabemos por las Escrituras que Dios aborrece el orgullo (salmo 18:27, 138:6,
proverbios 16:5 “El Señor no soporta a los orgullosos; tarde o temprano tendrán
su castigo.” Versión Dios habla hoy) cuando hablo del orgullo denominacional
hago referencia al hecho de que los miembros de una denominación toman tal
orgullo de esa administración que subestiman a las demás, aislándose y
condenando o despreciando todo acto que no se asemeje al de ellos, aunque usted
no crea, este mal se ha difundido mucho en la iglesia de Cristo, y está
haciendo un gran daño a la imagen del evangelio; es común encontrar que una
denominación habla mal de otra solo porque trabajan y administran de una manera
diferente; en la iglesia de corinto se encontraba este flagelo, leamos 1
corintios 1:10-13
“10
Hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo les ruego que todos estén
siempre de acuerdo y que no haya divisiones entre ustedes. Vivan en armonía,
pensando y sintiendo de la misma manera. 11 Digo esto, hermanos
míos, porque he sabido por los de la familia de Cloe que hay discordias entre
ustedes. 12 Quiero decir, que algunos de ustedes afirman: "Yo
soy de Pablo"; otros: "Yo soy de Apolo"; otros: "Yo soy de
Cefas"; y otros: "Yo soy de Cristo." 13 ¿Acaso Cristo
está dividido? ¿Fue crucificado Pablo en favor de ustedes? ¿O fueron ustedes
bautizados en el nombre de Pablo?” versión Dios habla hoy, en corinto se
habían formado grupos, unos se denominaban seguidores de Pedro, otros de Pablo,
etc. y esto había generado discordias entre ellos, si analizamos de manera más
detallada este acontecimiento, encontraremos que los corintios tenían un
orgullo tonto al pensar que por pertenecer a cierto grupo los hacia mejores que
los otros grupos, sigamos leyendo en 1 corintios 3:1-9 “Yo, hermanos, no pude hablarles entonces como a gente madura
espiritualmente, sino como a personas débiles, como a niños en cuanto a las
cosas de Cristo. 2 Les di una enseñanza sencilla, igual que a un
niño de pecho se le da leche en vez de alimento sólido, porque ustedes todavía
no podían digerir la comida fuerte. ¡Y ni siquiera pueden digerirla ahora, 3
porque todavía son débiles! Mientras haya entre ustedes envidias y discordias,
es que todavía son débiles y actúan con criterios puramente humanos. 4
Porque cuando uno afirma: "Yo soy de Pablo", y otro: "Yo soy de
Apolo", están manteniendo criterios puramente humanos. 5 A fin de cuentas,
¿quién es Apolo?, ¿quién es Pablo? Simplemente servidores, por medio de los
cuales ustedes han llegado a la fe. Cada uno de nosotros hizo el trabajo que el
Señor le señaló: 6 yo sembré y Apolo regó, pero Dios es quien hizo
crecer lo sembrado. 7 De manera que ni el que siembra ni el que
riega son nada, sino que Dios lo es todo, pues él es quien hace crecer lo
sembrado. 8 Los que siembran y los que riegan son iguales, aunque
Dios pagará a cada uno según su trabajo. 9 Somos compañeros de
trabajo al servicio de Dios, y ustedes son un sembrado y una construcción que
pertenecen a Dios.” Versión Dios habla hoy, esta cita muestra como el
apóstol considera las envidias y las discordias generadas por ese orgullo que
se había formado al enaltecerse de haber sido enseñado por uno u otro servidor,
además del hecho de haber formado grupos, Pablo los considera carnales y niños
en Cristo, en la versión citada anteriormente habla de cristianos con criterios
puramente humanos, ya que el mundo secular es el que se caracteriza por ser
orgulloso, por ensalzarse de tener ciertas cosas para menospreciar a los demás,
creerse mejor, no debemos permitir que esto siga en la iglesia de Cristo, es ya
un hecho deplorable que existan tantas denominaciones en la sana doctrina, pero
esto se ha formado por el error humano, me refiero a que la mayoría de las
veces ocurre por equivocaciones de servidores o sistemas que no reconocen su
falta, o que los actos que se están haciendo o la administración que se está
llevando no es bíblica o está perjudicando a la congregación, a esto se le agrega la intensa persecución que se hace
de aquellos que no están de acuerdo al sistema, lo que conlleva a salir de esta
forma de llevar la iglesia y formar una que si vaya conforme a las Escrituras,
pero tengo que aclarar que este problema no se ve en todas las iglesias. Aunque
en estos casos no hay que negar que en ocasiones lo que ocurre es que algunos
líderes llevados por el orgullo quieren ser los que dirijan la iglesia a su
antojo, además de querer enriquecerse, es de esta manera que como cristianos no
podemos despreciar o menoscabar a las otras denominaciones de sana doctrina, ya
que ellos también son el cuerpo de Cristo, en el momento en que nos creemos
superiores por tener un Templo más grande, o por tener más miembros, o por
poseer las cosas más finas, a los miembros más distinguidos, estamos mostrando
inmadurez espiritual, se tiene una mente carnal, dominada por puros criterios
humanos y no la mente de Cristo.
En cuanto al orgullo
denominacional hay mucho que decir, como dije anteriormente, lo que diferencia a
las distintas denominaciones es su forma de trabajar, su organización, pero el
mensaje es el mismo, la doctrina es la misma, es el mismo Dios, el mismo Señor,
ahora, teniendo esto claro, no hay razón para condenar a un creyente que quiera
cambiar su estancia en una denominación por otra donde la forma de trabajar le
guste más, se sienta más cómodo y crezca más espiritualmente, claro está, que
su decisión haya sido dirigida por el Señor, habiendo ayunado por ese
propósito, pero el orgullo denominacional ha ocasionado que se difundan algunas
enseñanzas que no tienen fundamento bíblico, frases como: “Dios te coloco aquí y aquí tienes que servirle” o “tienes que ser agradecido con la iglesia
donde te bautizaron” hasta llegar al extremo de decir “Dios te coloco en esta iglesia y cuando Jesús venga Él te va a venir a
buscar en esta iglesia” ninguno de estos argumentos es bíblico, pero si ha
ocasionado mucho mal a la iglesia, genera el ataque a miembros que decidieron
trasladarse a otras denominaciones de sana doctrina, calumniándole y dañándole
su testimonio, Jesús fue muy claro cuando dijo: “En esto conocerán todos que son mis discípulos, si tuviereis amor los
unos con los otros” Juan 13:35 versión reina Valera, ¿será que cuando
calumniamos o atacamos a un creyente solo porque quiere cambiarse de
denominación, estamos mostrándole amor? ¡Claro que no! El apóstol Pablo decía “El cuerpo humano, aunque está formado por
muchos miembros, es un solo cuerpo. Así también Cristo. 13 Y de la
misma manera, todos nosotros, judíos o no judíos, esclavos o libres, fuimos
bautizados para formar un solo cuerpo por medio de un solo Espíritu; y a todos
se nos dio a beber de ese mismo Espíritu. Un cuerpo no se compone de un solo
miembro, sino de muchos. 15 Si el pie dijera: "Como no soy
mano, no soy del cuerpo", no por eso dejaría de ser del cuerpo. 16
Y si la oreja dijera: "Como no soy ojo, no soy del cuerpo", no por
eso dejaría de ser del cuerpo. 17 Si todo el cuerpo fuera ojo, no
podríamos oír. Y si todo el cuerpo fuera oído, no podríamos oler. 18
Pero Dios ha puesto cada miembro del cuerpo en el sitio que mejor le pareció. 19
Si todo fuera un solo miembro, no habría cuerpo. 20 Lo cierto es
que, aunque son muchos los miembros, el cuerpo solo es uno. 21 El
ojo no puede decirle a la mano: "No te necesito"; ni la cabeza puede
decirles a los pies: "No los necesito." 1Corintios 12:12-21
versión Dios habla hoy, somos un solo cuerpo en Cristo, no podemos decir que no
necesitamos a estos u otros hermanos, todos somos importantes en el cuerpo del
Señor, cada uno tiene su función, así que cuando menospreciamos a una
denominación o congregación estamos despreciándonos a nosotros mismos, ya que
formamos un solo cuerpo.
Examinemos este
acontecimiento “Juan le respondió
diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios,
pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía. Pero Jesús
dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que
luego pueda decir mal de mí. Porque el que no es contra nosotros, por
nosotros es.” Marcos 9:38-41 versión reina Valera, para comprender mejor
este relato, imaginémonos en esa época, Jesús elige a sus doce discípulos, pero
además de ellos tiene otros (hechos 1:15-23, Lucas 10:1-12) pero los más
cercanos a El eran los doce apóstoles, pero ellos en una ocasión vieron a
alguien que echaba fuera demonios pero que no andaba con ellos, al parecer,
Dios respaldaba al hombre que echaba fuera los demonios, saco esta conclusión
ya que todo indica que lo había hecho en varias ocasiones, dado que si Dios no
lo respaldaba podría haberle pasado como a los hijos de Esceva “Pero algunos de los judíos, exorcistas
ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían
espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo. Había
siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto.
Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo;
pero vosotros, ¿quiénes sois? Y el hombre en quien estaba el espíritu
malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera
que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.” Hechos 19:13-16 versión
reina Valera, cualquier persona que reciba un escarmiento como ese no se
atrevería a tomar el nombre de Jesús de nuevo, si en verdad no cree en El y no le busca; retomando lo que paso con los
apóstoles, ellos le prohíben a esta persona el seguir echando fuera demonios en
el nombre de Jesús, y éstos al contarle a Jesús lo que habían hecho en vez de
recibir un halago del Señor, la respuesta que reciben es que no tienen que
hacer eso, porque aquel que hace milagro en su nombre no va a hablar mal de Él,
al contrario, esta con El, de manera que hubo una persona que no hacia parte
del selecto grupo de Jesús y los apóstoles que echaba fuera los demonios en el
nombre de Jesús, los apóstoles al ver que no hacia parte del grupo le
prohibieron el seguir esa práctica sin el consentimiento de Jesús, con la
sorpresa de que El apoyaba a ese hombre aunque no estuviera en el grupo que
permanecía a su lado, y si esto hizo el propio Jesús ¿Por qué hoy día vamos a
desacreditar o a impedir una denominación de sana doctrina, solo por el hecho
de no pertenecer a cierto concilio o denominación? El acto de los apóstoles al
negar a alguien hacer algo que ellos consideraban propio de su grupo, es una
muestra de exclusivismo, me refiero a que pensaban que exclusivamente ellos
podían hacer eso, fuera de ellos estaba vedado, además también mostraron
autoritarismo, ya que por el hecho de ser discípulos de Jesús querían imponer
una autoridad que no les había sido dada, prohibiendo algo que Cristo en ningún
momento había impedido.
Otro aspecto en el cual se
desacredita y menosprecia una denominación de sana doctrina es cuando se le
designa como una “división” que
ocurre cuando “una iglesia se divide de
otra”, para defender esta posición se toman citas bíblicas como: romanos
16:17-18 “Mas os ruego, hermanos, que os
fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que
vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos. Porque tales personas no
sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves
palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos.” Versión reina
Valera, tito 3:10-11 “si alguien fomenta
sectas en la iglesia, le llamaras la atención una primera y una segunda vez;
después rompe con el sabiendo que es un descarriado y culpable que se condena
asimismo” versión latinoamericana, pero las citas antes mencionadas hacen
referencia a aquellas personas que enseñan falsas doctrinas, no podemos negar
que de una iglesia de sana doctrina se han formado otras iglesias de sana
doctrina que se independizan de la primera, y esto genera los comentarios que dije
anteriormente, sin embargo, si estudiamos la historia de cada denominación
protestante o evangélica encontraremos que se formaron por lo que llaman “divisiones” así ocurrió con Lutero, se
separó de la iglesia católica, y después de él se formaron otras
denominaciones, ya sea la iglesia bautista, presbiteriana, metodista, asambleas
de Dios, etc. todas surgieron de una denominación diferente, pero cómo puede
alguna de estas denominaciones pronunciar sentencia contra una iglesia que se
independiza de otra diciendo que es una “división”
y no es de Dios, si enseña la misma doctrina, pues ocurre lo que dijo el Señor:
“Y porque miras la paja que esta en el
ojo de tu hermano y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?” mateo
7:3 versión reina Valera, pues al juzgar a esas iglesias se juzgan ellas
mismas, ya que todas salieron de la misma forma. Así que no perdamos el tiempo
en discusiones tontas sobre denominaciones, sabiendo que enseñan la misma
doctrina, mas bien, unamos fuerzas, oremos los unos por lo otros, ayudémonos
los unos a los otros, porque mientras se pierde tiempo y energía en estas
tonterías, muchas personas mueren sin conocer a Jesús, de esta manera se
cumplirá la palabra de Jesús en nosotros “En
esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuvieres amor los unos con los
otros” Juan 13:35 versión reina Valera.
A manera de resumen les dejo
estas palabras
La
mayoría de las iglesias han incurrido en un error
Exaltan
unas denominaciones y las otras las consideran inferior
Olvidando
que somos un mismo cuerpo, tenemos un mismo Señor
La
diferencia entre ellas es su forma de administrar, su forma de trabajar
Se
enseña la misma doctrina, su mensaje es igual
El
Señor Jesús nos ama a todos de la misma forma, no ama a unos mas
El
acto de menospreciar a unos oculta orgullo, algo que a Dios no le puede agradar
Somos
un cuerpo en Cristo, nos debemos ayudar
Tenemos
un propósito común: el evangelio predicar
Que
todos puedan conocer el amor que Dios nos da
Así
que nadie subestime a otro por su congregación
Que
el trato sea por lo que son
Una
familia espiritual en Dios.
Nota:
si alguno tiene alguna inquietud con respecto al tema expuesto anteriormente,
puede comunicarse conmigo.
Atentamente
Hernando
Álvarez
Correo:
siloh83@hotmail.com
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