El texto bíblico a estudiar se encuentra en hebreos
3:3-19 y sigue en 4:1-11; pero antes demos un breve recuento de los capítulos
anteriores. En el capítulo 1 y 2 el escritor enseña que Jesús es superior a los
ángeles, además de que para poder ser un buen sumo sacerdote tenía que ser
humano igual que aquellos a quienes iba a salvar, y por tal motivo Jesús es
humano en todos los aspectos menos en ser pecador; el capítulo 3 en sus inicios
enseña que Jesús es superior a Moisés; teniendo este conocimiento, ahora si
comencemos a estudiar los paisajes antes dichos:
Hebreos 3:3-6 Versión Nueva Traducción
Viviente
Pero Jesús merece mucha más gloria que Moisés, así como el que construye
una casa merece más elogio que la casa misma. Pues cada casa tiene un
constructor, pero el que construyó todo es Dios. En verdad Moisés fue fiel como
siervo en la casa de Dios. Su trabajo fue una ilustración de las verdades que
Dios daría a conocer tiempo después. Pero Cristo, como Hijo, está a cargo de
toda la casa de Dios. Y nosotros somos la casa de Dios si nos armamos de valor
y permanecemos confiados en nuestra esperanza en Cristo.
En este texto el escritor muestra que Moisés fue un
buen servidor en la casa de Dios, o sea, en su pueblo; pero que Cristo no está
en la casa de Dios como siervo sino como Hijo o dueño de ella, y por tal motivo
es mayor que Moisés.
Hebreos 3:7-11 Versión Nueva Traducción Viviente
Por eso el Espíritu Santo dice: «Cuando oigan hoy su voz, no endurezcan
el corazón como lo hicieron los israelitas cuando se rebelaron, aquel día que
me pusieron a prueba en el desierto. Allí sus antepasados me tentaron y
pusieron a prueba mi paciencia a pesar de haber visto mis milagros durante
cuarenta años. Por eso, me enojé con ellos y dije: “Su corazón siempre se aleja
de mí. Rehúsan hacer lo que les digo”. Así que, en mi enojo juré: “Ellos nunca
entrarán en mi lugar de descanso”».
En el texto anterior el escritor cita el salmo 95:7-11
mostrando que los israelitas en el desierto endurecían sus corazones para no
oír la palabra de Dios, revelándose y colocando a prueba al Señor, por tal
motivo Dios juró que nunca entrarían al lugar de su reposo; y aunque pareciera
que ese lugar de descanso era la tierra de Canaán veremos que no es así .
Hebreos 3:12-19 Versión Nueva Traducción
Viviente
Por lo tanto, amados hermanos, ¡cuidado! Asegúrense de que ninguno de
ustedes tenga un corazón maligno e incrédulo que los aleje del Dios vivo.
Adviértanse unos a otros todos los días mientras dure ese «hoy», para que
ninguno sea engañado por el pecado y se endurezca contra Dios. Pues, si somos fieles hasta el fin, confiando
en Dios con la misma firmeza que teníamos al principio, cuando creímos en él,
entonces tendremos parte en todo lo que le pertenece a Cristo. Recuerden lo que
dice: «Cuando oigan hoy su voz, no endurezcan el corazón como hicieron los
israelitas cuando se rebelaron» .¿Y quiénes fueron los que se rebelaron contra
Dios a pesar de haber oído su voz? ¿No fue acaso el pueblo que salió de Egipto
guiado por Moisés? ¿Y quiénes hicieron enojar a Dios durante cuarenta años?
¿Acaso no fueron los que pecaron, cuyos cadáveres quedaron tirados en el
desierto? ¿Y a quiénes hablaba Dios cuando juró que jamás entrarían en su
descanso? ¿Acaso no fue a los que lo desobedecieron? Como vemos, ellos no
pudieron entrar en el descanso de Dios a causa de su incredulidad. Hebreos 4:1-2 Todavía sigue vigente la
promesa que hizo Dios de entrar en su descanso; por lo tanto, debemos temblar
de miedo ante la idea de que alguno de ustedes no llegue a alcanzarlo. Pues
esta buena noticia —del descanso que Dios ha preparado —se nos ha anunciado
tanto a ellos como a nosotros. Pero a ellos no les sirvió de nada porque no
tuvieron la fe de los que escucharon a Dios.
El escritor sigue enseñando que demostremos nuestra
fe, que no seamos incrédulos, que creamos la Palabra de Dios que se nos ha
hablado, ya que a los israelitas en el desierto también se les habló la Palabra
del Señor pero la diferencia es que ellos fueron incrédulos y no la creyeron.
Algo importante que dice este texto es que hay una promesa de Dios que consiste
en entrar en su reposo, y que esa promesa sigue vigente y por tal motivo
debemos tener fe para llegar a ese descanso.
Hebreos 4:3-5 Versión Nueva Traducción
Viviente
Pues sólo los que creemos podemos entrar en su descanso. En cuanto a los
demás, Dios dijo: «En mi enojo juré: “Ellos nunca entrarán en mi lugar de
descanso”», si bien ese descanso está preparado desde que él hizo el mundo.
Sabemos que está preparado debido al pasaje en las Escrituras que menciona el
séptimo día: «En el séptimo día Dios descansó de todo su trabajo». Pero en el
otro pasaje Dios dijo: «Nunca entrarán en mi lugar de descanso».
En esta cita bíblica el Espíritu Santo nos revela que
ese descanso que prometía Dios ya estaba preparado en el momento de la creación,
y el escritor toma el pasaje en génesis dónde se habla del reposo de Dios
después de haber creado y lo relaciona con la cita en salmos mostrando que el
descanso que promete el Señor es aquel por el cual instituyó el día de reposo o
sábado; en otras palabras el descanso prometido por Dios es el verdadero sábado
o día de reposo, el cual es espiritual y no material como el que cumple el
pueblo judío hoy día; y esto está conforme con lo que hemos estudiado
concerniente a que ese día de reposo en el antiguo pacto era una sombra del
verdadero en el nuevo.
Hebreos 4:6-11 Versión Nueva Traducción
Viviente
Así que, el descanso de Dios está disponible para que la gente entre,
pero los primeros en oír esta buena noticia no entraron, porque desobedecieron
a Dios. Entonces Dios fijó otro tiempo para entrar en su descanso, y ese tiempo
es hoy. Lo anunció mucho más tarde por medio de David en las palabras que ya se
han citado: «Cuando oigan hoy su voz no endurezcan el corazón»*. Ahora bien, si
Josué hubiera logrado darles ese descanso, Dios no habría hablado de otro día
de descanso aún por venir. Así que todavía hay un descanso especial en espera
para el pueblo de Dios. Pues todos los que han entrado en el descanso de Dios
han descansado de su trabajo, tal como Dios descansó del suyo después de crear
el mundo. Entonces, hagamos todo lo posible por entrar en ese descanso. Pero,
si desobedecemos a Dios, como lo hizo el pueblo de Israel, caeremos.
Como vemos en este texto, el descanso o sábado de Dios
está disponible para todo el que creyere, y la oportunidad dice Dios que la
aprovechemos hoy, o sea, que aquel que no ha creído puede creer en este mismo
momento para que así pueda tener acceso al descanso del Señor; y este se efectuará
en el momento en que lleguemos a su presencia; además de esto el autor
demuestra que cuando Josué introdujo a Israel en la tierra de Canaán no era ese
el descanso al que se refería nuestro Señor, ya que este se cumpliría cuando
estuviésemos en su presencia.
102. Según lo que
estudiamos anteriormente ¿existe un sábado espiritual en el nuevo pacto?
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103. ¿Qué
diferencia existe entre el sábado del antiguo pacto y el nuevo?
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104. ¿Qué sábado es
superior, el del antiguo pacto o el del nuevo?
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